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Toldos

Protégete del sol con los mejores toldos a medida.

  • Toldos

    Toldo Extensible Helix

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    871,20 1.337,05  Seleccionar opciones Este producto tiene múltiples variantes. Las opciones se pueden elegir en la página de producto
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    Toldo Cofre Extensible K-SET 30

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Aunque la finalidad básica de los toldos es evidente, en ocasiones pasan desapercibidas otras prestaciones que este cerramiento aporta en las instalaciones. Y es que son muchos los beneficios que los usuarios de esta estructura disfrutan sin apenas darse cuenta, buscando únicamente un poco de sombra y protección solar:

  • El ahorro económico es una virtud evidente de los toldos, que reducen el calor en la vivienda y, por consiguiente, el consumo eléctrico a través de los sistemas de climatización.
  • Como consecuencia de esta disminución en el uso de la climatización, la eficiencia energética y la conciencia medioambiental no dejan de formar parte de los argumentos para instalar un toldo.
  • La salud, a partir de la protección contra la radiación solar, es otra razón que explica la colocación de un toldo en un jardín, balcón o terraza donde vayamos a pasar tiempo durante las horas de máxima exposición al sol.
  • La intimidad es, posiblemente, una de las ventajas que pasan desapercibidas en los toldos en un principio, aunque acaba siendo una de las más aprovechadas después de instalarlos, ya que nos permiten huir de miradas indiscretas.
  • Con el tiempo, la estética de los toldos ha mejorado enormemente, pasando de ser un elemento meramente funcional a una parte más de la decoración del espacio donde se instalan.

El aprovechamiento del espacio es evidente: con un toldo pasamos de una estancia en la que no se puede permanecer a ciertas horas por la radiación solar, a un lugar en el que la sombra nos permite disfrutar en cualquier momento del día.

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Instalación de toldos a medida

Y es que, las medidas son un factor crucial en la instalación de toldos, puesto que se trata de un cerramiento que no permite el menor error en este sentido. En general, cualquier instalación depende en gran medida de su tamaño y el de su entorno, pero en este caso nos referimos a una estructura que dejaría de cumplir con su funcionalidad por completo si no encaja en su ubicación.

Esta variedad de aplicaciones y estética se traduce principalmente en cambios en la estructura y el diseño de los toldos, lo que supone que se puedan clasificar, al menos, en seis grupos diferentes en función de estos aspectos. Hablamos de cuestiones como su colocación, sus funciones y sus acabados, según los cuales encontramos estas variantes:

  • Los toldos verticales son, como su propio nombre indica, aquellos cuya extensión va del techo -o un punto superior- hasta el suelo -o un punto inferior- en línea recta.
  • Los toldos pérgola son una combinación de ambas estructuras, en la que el techo de la pérgola es de un material como la tela o la lona y se repliega como un toldo cuando pretende abrirse.
  • Las capotas son toldos con forma semicircular -o similares- que, en lugar de extenderse de forma abierta, forman una especie de medio paraguas en la ventana o balcón donde se emplazan.
  • Los toldos de brazos extensibles muestran un mecanismo de cierre y apertura que se sustenta sobre unos brazos metálicos que se extienden hacia delante para mantenerlo extendido.
  • Los toldos de  pared generalmente funcionan a través del sistema anterior, con la diferencia de que se instalan en puertas o salidas a la altura del tránsito de los usuarios, y no en ventanas o balcones altos.
  • Los toldos vela presentan una forma habitualmente triangular y suelen emplearse en lugares donde resulta compleja la instalación de un toldo corriente o en zonas independientes.
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Por otra parte, más allá de la forma, la instalación, el diseño o la estética de un toldo, podemos encontrar también diferencias en los sistemas de cierre y apertura de los mismos. En este caso, las opciones son únicamente dos, que determinan fundamentalmente la comodidad y la practicidad para los usuarios a la hora de plegar o extender el toldo:

  • Los toldos manuales son aquellos que requieren de un trabajo por parte del usuario a la hora de abrirse y cerrarse, son los tradicionales, aunque todavía se fabrican toldos modernos que funcionan mediante este sistema.

Los toldos mecánicos o automáticos incorporan tecnologías que permiten su movimiento a través de una orden, como la pulsación de un botón, la programación horaria o inteligente o un sistema Bluetooth, entre otras posibilidades.

Como sucede prácticamente con cualquier otro producto o servicio del mercado, los precios de los toldos crecen con la demanda, por lo que su adquisición e instalación resultan más económicas en épocas alejadas del verano, aunque en OpenKlose mantenemos el precio estable todo el año.

Lo ideal a la hora de limpiar toldos es humedecer la zona y frotarla con un trapo con jabón neutro, aunque si hablamos de manchas de mucho tiempo es recomendable ayudarse de una vaporeta o similares para retirarlas.

Los tres compuestos más habituales en la fabricación de tela para toldos son el poliéster, la lona microperforada y la lona acrílica, recomendables para opciones económicas, resistentes o fáciles de ventilar respectivamente, por lo que cada tipo de estancia puede requerir de una tela o de otra.

Si hablamos de los toldos según el tipo de instalación, encontramos los verticales, los de brazos extensibles y los de pared, los de capota, los toldos vela o los toldos pérgola, mientras que si nos referimos al mecanismo de cierre y apertura podemos distinguir entre los manuales y los automáticos.

A la hora de combatir el moho, un problema común en los toldos, es importante incorporar la lejía o cualquier otro desinfectante al sistema de limpieza habitual mencionado anteriormente, ya que el moho requiere de desinfección para ser eliminado por completo.

Teniendo en cuenta que los colores oscuros absorben el calor, lo más recomendable es que cualquier elemento pensado para la protección frente a la radiación solar esté diseñado y fabricado en colores claros.

Cuando llueve lo más recomendable es recoger el toldo, incluso en situaciones en las que la tela es resistente a la humedad y la lluvia, ya que independientemente de su composición, éstas circunstancias limitan la durabilidad y la integridad del cerramiento.

Esta es una cuestión compleja, ya que depende de muchos factores como la orientación de la vivienda y las horas de sol a las que está expuesta, pero se estima que los toldos pueden reducir hasta en 10º la temperatura interior de la vivienda en los momentos más calurosos del día durante el verano.

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Gerald Clark
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Barbara Chen

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